El proyecto se ha desarrollado respetando el edificio – el centro de operaciones de Fiat en los años 30 -, un espacio de inestimable valor arquitectónico y cultural, diseñado en el último periodo en una trayectoria de evolución social, entre la sostenibilidad y la tecnología. El cliente nos pidió que pensáramos en un restaurante lujoso pero accesible, tanto en el estilo como en la experiencia. Por ello, interpretamos los ambientes a través de materiales auténticos y representativos, formas y acabados sostenibles, para componer un concepto que conciliara el legado histórico y la internacionalidad.

El proyecto de La Pista forma parte de un plan más amplio, impulsado por una ambiciosa misión: promover un enfoque del diseño en el que la sostenibilidad sea un elemento fundamental. GlamPure encajó perfectamente en este diseño, permitiéndonos combinar la conciencia medioambiental con la necesidad estilística de crear un lugar glamuroso. Ha creado una armonía esencial entre las referencias al mundo natural y el patrimonio arquitectónico del contexto.

Queríamos que el cliente se sintiera envuelto en un entorno con paredes matéricas, casi a medida. Como si estuviera inmerso en un jardín suspendido en el tiempo. El diseño del papel pintado, que recuerda las gramíneas, crea un vínculo entre el interior del restaurante y el jardín al que se asoma.

Con La Pista no queríamos simplemente diseñar un interior, sino ofrecer una experiencia relajante, alejada del caos de la ciudad que se despliega por las calles. Hemos acentuado este concepto utilizando Komorebi Collection en GlamPure que, colocada detrás de un salón real, evoca el confort hogareño.