En la pintoresca región neerlandesa de Zelanda, la localidad costera de Cadzand ha experimentado una gran transformación a lo largo de los años. De tranquila estación balnearia ha pasado a ser un destino sofisticado que se ha ganado el sobrenombre de «Mónaco del Mar del Norte».
En este marco, el proyecto de renacimiento del Hotel De Schelde, recientemente rediseñado por HUGO Studio, encaja a la perfección.
Con una vista espectacular del mar, el puerto y las animadas actividades del canal, el hotel superior de cuatro estrellas interpreta un concepto de lujo tranquilo, destacando una exclusividad hecha de atenciones sencillas pero auténticas.
El concepto de diseño se revela ya desde el vestíbulo, donde el revestimiento mural Quiet Place de Komorebi Collection, situado detrás del mostrador de recepción, no sólo amplía el espacio, sino que se enmarca como una obra de arte expuesta. Este elemento armoniza perfectamente con el suelo y el mobiliario minimalistas que lo rodean, acompañando a los huéspedes a una dimensión exclusiva pero doméstica.
Gracias a una paleta de colores suaves, uno se ve envuelto en una inmediata sensación de familiaridad, donde la fresca brisa marina se mezcla con una cálida bienvenida.
Las habitaciones están adornadas con detalles selectos: tejidos suaves, refinados revestimientos murales, esencias de madera y mármol refinado, que confieren al interior una atmósfera de tranquila elegancia.
Las habitaciones están adornadas con detalles selectos: tejidos suaves, refinados revestimientos murales, esencias de madera y mármol refinado, que confieren al interior una atmósfera de tranquila elegancia.
Incluso en las habitaciones, los revestimientos murales elegidos se realzaron como grandes lienzos, ofreciendo no sólo un acento decorativo sino también practicidad y durabilidad, características esenciales en un entorno contract de alto tráfico.
Para la sala de desayunos, se eligió el revestimiento Penombra sobre AcousticShield, el sistema bicapa de absorción acústica de Glamora diseñado para reducir la reverberación del sonido y mejorar el bienestar acústico de la sala. Los tonos azules del motivo invitan a la relajación y complementan la paleta neutra del hotel, reflejando los matices de color del cielo que se encuentra con el mar.