Los propietarios nos llamaron para remodelar un restaurante ya existente. Querían renovar el ambiente con un estilo más suave y fresco, pero también elegante. Al mismo tiempo, era imprescindible tener en cuenta el perfil joven de la clientela del restaurante.
Partiendo de una reflexión sobre las últimas tendencias de fusión, nos dimos cuenta de que la cocina japonesa se acerca cada vez más a la brasileña: el propio restaurante Riso combina platos tradicionales con cócteles creativos. De este binomio nació la inspiración floral y, con ella, la necesidad de introducir elementos naturales dentro del espacio. Por lo tanto, decidimos interpretar este concepto a través de la decoración y de la elección de revestimientos que reflejasen la filosofía estética.

Los interiores del restaurante presentan un estilo que recuerda vagamente al industrial, con grandes espacios despejados que se caracterizan por sus líneas esenciales, ladrillos caravista y grandes vidrieras. Así pues, la idea era utilizar una referencia floral para caldear el ambiente, que encajase con el imaginario en el que nos habíamos basado en un principio como fuente de inspiración. Por eso elegimos Boscage, que se usó para revestir la barra, y Madama Butterfly, que se aplicó en algunos nichos y en los arcos. El diseño de estos revestimientos murales, plagado de detalles naturales y con un gusto exótico, remite también a las plantas ornamentales con las que se decoró el local.

La posibilidad de disfrutar del servicio bespoke de Glamora fue fundamental para el éxito del proyecto. Una vez que elegimos el tema, tuvimos que hacer frente a determinadas exigencias de carácter dimensional y de reducción a escala del diseño, comunicándonos con el equipo interno especializado, que supo ayudarnos a resolver los inconvenientes que fueron surgiendo de manera rápida y a la perfección.